domingo, 23 de febrero de 2014

“Tanto la filosofía como el arte surgen de una fascinación. El verbo latino “fascinare” implica “hechizar, encantar”, y en este sentido bien puede decirse que ambos surgen por el hechizo y encantamiento de la luz. Mientras la filosofía queda hechizada por la inteligibilidad de lo real y por la luz de la misma, que no es otra cosa que lo que llamamos “verdad”, el arte brota del hechizo de la luz misma, que no es otra cosa que el nombre de lo inteligible. Allí donde reside la luz, la filosofía y el arte se encuentran; allí donde reside lo inteligible, la filosofía y el arte entablan un diálogo fecundo”.


“Cristo en la cruz”
Óleo sobre lienzo – circa 1631 – Convento de las Bernardas Recoletas del Santísimo Sacramento de Madrid.
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660)

domingo, 1 de diciembre de 2013

"En el concepto, distancia; en la Belleza, inmediatez...En la razón, el Todo; en la Belleza, la Nada...Sí, la nada de todo lo que no sea ella Misma"...
 
 

"Dédalo e Ícaro"
Óleo sobre lienzo - circa 1670
Domenico Piola (1627-1703)

domingo, 17 de noviembre de 2013

"La teología apofántica, tanto como la metafísica negativa, se sostienen en un cierto defecto de la predicación analógica, defecto fundado en la distinción ente-Ser a partir de la noción de creación ex nihilo. En este sentido la reflexión filosófica, como la teológica, sólo tienen acceso al Ser a partir de la dimensión del ente, y sólo desde él, la elevación predicativa al Ser se torna posible.
En cambio, en la dimensión estética, más aún, en la Belleza misma, la negación no tiene lugar predicativo ni espacio metafísico. En la Belleza la analogía es accidental pues en ella la univocidad es manifestación de la "integritas pulchritudinis"; en este sentido la analogía desaparece pues, en el seno de la Belleza, no tiene lugar la distinción , como tampoco es posible distinguir, en el seno de la luz, la luz misma de su sí mismo. Dicho de otra forma en la Belleza hay sólo afirmación por vía de eminencia, y tal eminencia no es sino la simplicidad de su Luz".
 
 
 
 
 
 
 
 
 
"The Angry Sea"
Óleo sobre lienzo
Thomas Moran - circa 1906
 (Bolton, 12 de febrero de 1837 - Santa Bárbara (California), 25 de agosto de 1926)

domingo, 20 de octubre de 2013

"El mundo parece disolverse, y en breve ya no seremos sino partes irreductibles. La verdad negada da a luz el error, el bien ultrajado gesta la inquina y la furia, pero aniquilada la belleza, obumbrada su lumbre ingénita ya no queda más que las fuerzas de la Erynias disolventes...Cuando la Belleza finalmente sea olvidada, el ente se reificará y el Ser sólo será un mito inconfigurado"...
 
 
 
 
"La inspiración del poeta"
Óleo sobre lienzo - circa 1624-1633 - Museo del Louvre
Nicolás Pousin

domingo, 22 de septiembre de 2013

"Mientras que la verdad debe ser definida con infinitos conceptos e intentos de acercamientos, la Belleza tan sólo reclama una indicación. Allí reside su dignidad, a saber en su simplicidad lógica y metafísica".

"La tormenta en el Mar de Galilea"
Óleo sobre liezno - circa 1663
Actualmente desaparecida
Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-1669)

sábado, 31 de agosto de 2013

“Albert Camus en su célebre ensayo L’exil d’Hélène afirmaba: L’esprit historique et l’artiste veulent tous deux refaire le monde. Mais l’artiste, par une obligation de sa nature, connaît ses limites que l’esprit historique méconnaît. Reside allí, según creemos, la diferencia ontológica entre el pensador y el artista. El primero encuentra la libertad al final de sus operaciones, en el punto en que la razón agota al universo consumiéndolo. El artista, en cambio, halla la libertad en el inicio, es decir en la información primera y sustancial de los entes. Mientras que en el pensador la libertad no es más que un corolario de la razón al punto en que ésta purifica al mundo de toda huella de ininteligibilidad, el artista encuentra su causa formal en el seno de la libertad misma. De esta diferencia surge que el pensador esconde, casi inexorablemente, al tirano, pues a decir cierto su obra específica es aniquilar toda ininteligibilidad del mundo, incluso al símbolo mismo si éste osara revelarse contra el ordenamiento de la razón. En cambio el artista encumbre al místico, es decir, a aquel, que saltando por encima del mundo de los hechos, reside en el analogado primero que no es otra cosa que en la Univocidad. El pensador ama por efecto de la deducción, casi al modo de una conclusión educida de las premisas racionales, el artista ama por esencia, pues su obrar, sino es la difusividad del bien luminoso”.


“Malvina muriendo en los brazos de Fingal”
circa 1810
Óleo sobre lienzo
Musée Municipal Auguste Grasset Varzy
Anne-Louis Girodet de Roussy, llamado Girodet-Trioson (Montargis, 5 de enero de 1767París, 9 de diciembre de 1824)

domingo, 28 de julio de 2013

"Lo que en la arquitectura es proporción y en la escultura simetría, en la Belleza es llamado claridad".



El Gálata moribundo también llamado Galo moribundo, es una antigua copia romana en mármol de una estatua griega ya desaparecida, probablemente hecha en bronce, que fue encargada entre 230 y 220 a. C. por Átalo I de Pérgamo para conmemorar la victoria sobre los gálatas. La base sobre la que se apoya actualmente fue añadida tras su redescubrimiento. La identidad del escultor se desconoce, pero algunos sugieren que Epígonas el escultor de la corte de la dinastía atálida, pudo haber sido el autor.