sábado, 25 de agosto de 2012

"No puedo diferenciar las lágrimas de la música (Nietzsche). Quien no comprende esto instantáneamente, no ha vivido nunca en la intimidad de la música. Toda verdadera música procede del llanto, puesto que ha nacido de la nostalgia del paraíso" - E.M. Ciorán - "De Lágrimas y de Santos" - p. 67.


"Santa Cecilia"
Óleo sobre lienzo - Winnipeg Art Gallery
Giuseppe Puglia ( 1600-1640)

1 comentario:

  1. Creo que lo maravilloso del arte consiste en la determinación de un ideal.
    Uno llega a preguntarse ante, por ejemplo, una pintura cristiana en la que Dios aparece como figura humana, si parte de lo divino no ha dejado de ser para los humanos, precisamente por lo que la obra misma representa: lo divino rebajado a la esfera de lo humano. Pero inmediatamente se percibe en el alma que la contempla un interés por la obra, un gozo indescriptible, pero ¿cómo?, si la representación es manifestación mundana de lo elevado ¿no desciende así lo divino a lo prosaico? ¿Cuál es el origen entonces de la conmoción?
    Leyendo esta última publicación, y viendo la imagen, me doy cuenta que en una pintura colma el silencio, no así en la música, pero hay en ambas representaciones la calma eterna de la que Hegel en su Estética nos refiere, un "reposo potente": "La verdad absoluta, en su manifestación dentro del mundo real, aparece en este caso como retirada en sí misma, SIN DEJARSE ARRASTRAR A LOS VÍNCULOS DE LO FINITO (...)al unirse a lo exterior y a lo finito, se encuentra purificada por el carácter simple de la determinación, de suerte que parece borrada toda huella de influjo exterior" (p. 174. 1954).
    Así, si el hombre se conmueve por ciertas representaciones humanas y afirma de este modo (al menos en su pensamiento) que tiene que haber una esencia espiritual, posible es que ante formas de lo divino logre vislumbrar la mismidad del Ser, y en ella no hay condiciones, no hay finito. Creo que hay un principio interno en el hombre por el que no puede dejar de afirmar lo que Es.

    ¿Qué tendrá el artista, entonces, que el resto no?

    Muy bonita imagen y frase.

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