sábado, 30 de junio de 2012

"En la Belleza se realiza el más profundo de los silencios. La ciencia es esencialmente lógica, es decir, se entronca en el logos argumentativo, de allí que sea impensable una ciencia del silencio o una ciencia tácita. Y aún en la misma metafísica hay lógos pues ésta no es otra cosa que un decir del Ser y la misma inteligibilidad del Ser irrumpe en palabra. Pero en la Belleza no hay palabra, incluso en las mismas artes que se sostienen en la palabra, de manera estricta, no hay lógos...¿Por qué se realiza tal silencio en la Belleza? por su misma precontensión metafísica. En Ella todo es un continuo tal que no existe elemento híbrido alguno que aniquile su propia difusividad. La palabra viene a ligar ese hiato extraño entre Ser y ente o entre el Ser y la ciencia acerca del mismo. Pero en la Belleza no hay saltos posibles, no hay discontinuidad de la lumbre. Todo Ella es Ella en cada una de sus partes, y al carecer estrictamente de partes, toda Ella es una pura autoposesión de su misma luz".





"La educación de Cupido"
Óleo sobre lienzo - circa 1529 - National Gallery of London
Antonio Allegri da Correggio  (1489-1534)

viernes, 29 de junio de 2012


"El Ser y la Nada se dicen recíprocamente. El Ser es Nada de lo que no sea Ser y la Nada es Ser en el sentido que es la misma plenitud, es decir, ella expresa su propia mismidad. En cuanto a la Belleza no hay posibilidad de predicación recíproca puesto que no hay posibilidad de predicación entre la causa ejemplar y la causa deficiente. En la Belleza Ser y Nada son uno y lo mismo tal que la Fealdad carece de término alguno a fin de ser predicado en oposición a la Belleza. La Belleza es la plenitud del Ser y su misma difusividad y la misma Belleza es Nada en tanto, que en virtud de su misma plenitud, no es posible ser predicada de manera analógica. Todo Ella es una mismidad".




Fotografía perteneciente a la colección "Sculpture Collection" de Marcos Pergón

jueves, 28 de junio de 2012

"Lo bello es trascendental, se identifica con el ente, es convertible con él, aporta la distinción de razón en tanto dice relación al conocimiento, a la voluntad y agrega la claritas, lumen con que el ente se manifiesta y provoca el gozo en una contemplación que no posee sino que se expande, abre a la riqueza inagotable de toda realidad. El pulchrum es splendor esse y representa la máxima expansión del ente, la perfección de ser llevada a su definitivo apogeo".




"La Resurrección de Cristo"
Óleo sobre lienzo - circa 1584-1588
Iglesia del Santísimo Redentor - Venecia
Francesco Bassano (1549-1592)

miércoles, 27 de junio de 2012

"En la predicación veritativa el ente es contenido en razón de su acto de existir de allí que la existencia corresponda al juicio que es el lugar de la verdad, pues la verdad - en tanto predicación lógica - dice de la existencia real. La esencia, por otra parte, es contenida en el concepto que es la primera operación del intelecto en tanto capaz del ente, más el concepto parece no expresar la verdad existencial de la cosa sino sólo su quididad. Dicho esto es necesario que nos preguntemos si la Belleza corresponde ser dicha de la verdad del ente, es decir de su existencia, o de la quididad de su esencia. Si la Belleza fuera dicha de la verdad del ente ésta referiría sólo a su acto de existir por lo cual la Belleza sería predicada de una sola forma a todos los entes, tanto reales como posibles, incluso al Ser mismo en virtud de su existir. De ser dicha de la esencia la Belleza sería predicada de acuerdo a grados de perfección, es decir, de acuerdo a la simplicidad o composición de la misma. Por lo tanto, en este segundo aspecto, la Belleza supondría el mayor acercamiento o alejamiento de la simplicidad en Sí. A partir de ello deberá concluirse que la Belleza no  puede ser predicada del ente en tanto existente o del ente en tanto verdadero sino sólo de la esencia en tanto que existe, por ende la Belleza es anterior a toda existencia y por ello mismo es una con el Ser cuya esencia es Ser mismo".




"El progreso del Amor: la Búsqueda"
Óleo sobre lienzo - circa 1773 - Frick Collection - New York
Jean-Honoré Fragonard (1732-1806)

martes, 26 de junio de 2012

"La Belleza supone conocimiento. Santo Tomás de Aquino, al referirse a lo bello, lo define como aquello que "place a la vista" por lo cual exige que la contemplación de lo bello suponga un cierto conocimiento. Ahora bien qué tipo de conocimiento se da en lo bello y qué tipo de conocimiento se realiza en la Belleza. En lo bello el conocimiento supone la connaturalidad, es decir, la potencia innata de captar la esencia inteligible substante detrás del movimiento de lo sensible, más en la Belleza sólo existe un sólo conocimiento que es el contemplativo. La contemplación, en tanto inhabitación de lo sacro, supone un estar en lo numénico, vale decir en la esencia misma, más aún, en el Ejemplar mismo. Si en la captación de lo bello, el conocimiento por connaturalidad religa, de manera inmediata, con la esencia, en la contemplación de la Belleza el alma se hace a Ella misma, es decir, el rayo regresa al foco del cual es su esplendor".



"Apolo y las Musas"
Óleo sobre lienzo - circa 1756
Pompeo Batoni (1708-1787)

domingo, 24 de junio de 2012

"La Belleza supone contemplación, es decir, un estar en lo sacro. La misma palabra "contemplación" lo indica pues ésta signfica un inhabitar en la apertura de lo divino, es decir, un estar en la lumbre numénica. Que la Belleza suponga inteligibilidad es verdadero pero la misma debe entenderse, no como efecto de una relación para con un intelecto, si no como pura simplicidad metafísica. Todo lo simple es inteligible de allí, que la misma Belleza es pura inteligibilidad. Ahora bien, si todo lo inteligible posee realidad no queda más que afirmar que la Belleza es lo máximamente real, es decir, es Ser mismo. La Belleza no es entonces un trascendental predicable sino es el mismo Ser bajo la consideración de la Luz".



"Psique reanimada por el beso de Eros"
Museo del Louvre
Antonio Canova (1757-1822)

sábado, 23 de junio de 2012




"El Sátiro y la Bacante"
Jean-Jacques (James) Pradier
(1790-1852)
"Hemos dicho, de manera muy general, que el espíritu y su be- lleza artística son superiores a la belleza natural, o que están por encima de ella. Pero con ello apenas hemos afirmado nada, pues «superior» o «por encima» es una expresión totalmente indetermi- nada, la cual designa la belleza natural y la artística como si estu- vieran yuxtapuestas en el espacio de la representación, indicando así una diferencia meramente cuantitativa y, por tanto, extrínseca. En verdad, lo superior del espíritu y de su belleza artística sobre la naturaleza no es algo puramente relativo. Más bien, el espíritu •es por primera vez lo verdadero, que lo abarca todo en sí, de modo que cualquier cosa bella sólo es auténticamente bella como partí- cipe de esto superior y engendrada por ello. En ese sentido, lo bello natural aparece solamente como un reflejo de lo bello pertenecien- te al espíritu, como una forma imperfecta, incompleta, como una forma que según su substancia está contenida en el espíritu mismo".  Hegel, "Lecciones sobre Estética" - Introducción.

viernes, 22 de junio de 2012

"Pero entonces qué capto, qué concibo cuando concibo lo bello si es nada-de-la-Belleza?...¿cómo puede ser que una predicación negativa sea objeto de una percepción y cómo puede ser que la causa del deleite sea la Nada del objeto que es lo primero deleitable?...Si lo primero concebido fuera la Nada de lo bello, es decir la Belleza, como es que digo tal cosa es bella?...Debería decir tal cosa no es..., o tal cosa es NADA, pero de ser tal cosa NADA, qué concibo por la cosa-NADA, es decir que concibo por la NADA?...LA BELLEZA ANIQUILA, DESTROZA, PULVERIZA EL ARGUMENTO...ES EL HILO DE ARIADNA ENTRE MI MISMIDAD Y SU MISMIDAD".


 "Ganymède versant le nectar à Jupiter changé en aigle"
Reception piece for the French Royal Academy - circa 1776-1778.
Pierre Julien (French, 1731-1804)

jueves, 21 de junio de 2012

"La lógica es un camino hollado pues pretende develar el arcano camino que religa al alma con la realidad. La lógica, esa frenética y desmesura pasión por la parte y por la imprudente pregunta por la posibilidad, profana el secreto sendero - ciertamente vasto y breve - que se extiende entre la luz de la realidad - que no es otra cosa que su verdad - y la apertura metafísica y mística del alma. El camino hacia la esencia es uno solo y por ende ignoto para lo que no sea el alma y la Realidad misma. La lógica, al preguntar por la posibilidad de la corrección secciona y separa el intelecto de su primera operación, que no es otra que la contemplación de la esencia misma de lo Real. Por ello ¿cuándo se ha visto que la lógica sea requerida para captar la Belleza?, ¿cuándo la mismidad de la Belleza ha requerido el procedimiento de la obversión y contraposición?...JAMÁS...De allí que la Belleza sea la cumbre de toda filosofía, aún más,  su epítome".




"Cupido y Psique"
Circa 1788 - Museo del Louvre
Antonio Canova (1757-1822)

miércoles, 20 de junio de 2012

"La palabra Belleza, en griego, es kállos que tiene la misma razíz del verbo kaleóo. La belleza es entonces una llamada, una convocación al Ser pero que sólo puede captar, y por ende responder, aquel que es capaz de percibir su silente anuncio en el cosmos de lo múltiple. ¿Será entonces que la Belleza es sólo un anuncio de un Silencio Innombrable?...¿Será éste el fundamento mismo de su esencia?...Así ha de ser...La Belleza es una ruptura del Silencio Primero que tiende al mismo Silencio de donde surge. La Belleza es, a partir de lo dicho, el argénteo y profirente periplo, del Silencio Primero y Último de la Causa Ejemplar y Final".



"La Creación de Adán"
Fresco - Capilla Sixtina - circa 1511
Miguel Ángel (1475-1564)

martes, 19 de junio de 2012

"Vienes del cielo profundo o del abismo surges,
oh, Belleza? Tu mirada, infernal y divina,
confusamente vierte la buena accion y el crimen,
por lo que te podemos comparar con el vino.

Contienes en tus ojos el poniente y la aurora;
derramas perfumes como una noche de tormenta,
tus besos son un filtro y un anfora tu boca
que hace cobarde al heroe y valiente al niño.

¿Sales del negro abismo o bajas de los astros?
El Destino hechizado sigue tus enaguas como un perro;
siembras al azar la dicha y los desastres,
y todo lo gobiernas sin responder a nada.

Marchas sobre los muertos, Belleza, y de ellos te burlas;
de tus joyas el Horror no es la menos preciada,
y el Crimen, entre tus mas queridos amuletos,
sobre tu vientre altivo danza amorosamente.

El deslumbrado insecto vuela hacia ti candela,
crepita, arde y dice: ¡Bendigamos esta llama!
El amante jadeando inclinado sobre su bella
es como un moribundo acariciando su tumba.

¿Que importa que tu vengas del cielo o del infierno,
¡oh Belleza! ¡Monstruo enorme, espantoso e ingenuo!
Si tus ojos, tu sonrisa, tus pies, me abren la puerta
de un Infinito amado que nunca he conocido?

De Satan o de Dios, ¿que importa? Angel o Sirena,
¿que importa, si tu haces -hada de ojos de terciopelo,
ritmo, perfume y luz, ¡oh mi unica reina!-
menos horrible el mundo y mas cortos los instantes?


Charles Baudelaire (1821-1867)



"Afrodita y Adonis"
Óleo sobre lienzo
Hendrick Goltzius (1558-1617)

lunes, 18 de junio de 2012

"La belleza y la bondad en una cosa son fundamentalmente idénticas...y consecuentemente se alaba la bondad como belleza. Pero lógicamente difieren una de otra porque la bondad propiamente se relaciona con el deseo mientras que la belleza se realciona con la facultad cognitiva, porque las cosas bellas son las que gustan cuando se ven. así la belleza consiste en la debida proporción porque los sentidos se deleitan en la debida proporción, así como en lo que busca su propia especie, porque incluso los sentidos son un tipo de razón, tal como lo son todas las facultades  cognitivas. Lo bello y la belleza se atribuyen de distintas formas a Dios y a las criaturas. En Dios, como decía  Dionisio, lo bello y la belelza no deben dividirse, como si lo bello fuese una cosa en Dios y la belleza otra". Richard Harries, "El arte y la belleza de Dios", p. 39



"Las tres gracias"
Antonio Canova  (1757-1822)

domingo, 17 de junio de 2012

"Sólo dos modos de ser son reales, a saber: el modo de ser necesario y el modo de ser posible. Sólo Necesidad y Posibilidad tienen consistencia metafísica. La Posibilidad, a su vez, contiene dos momentos, la contingencia que constituye la actualización ontológica de lo posible y la contradicción que es el extremo de la posibilidad misma. De ello se deduce que la posibilidad contiene una cierta composición, al menos lógica. En cambio la Necesidad, aquello que no puede no ser, es pura simplicidad. De allí que la Belleza, en razón de su simplicidad, sólo pertenezca al mundo de lo Necesario".





"Orfeo y Eurídice"
Óleo sobre lienzo
Federico Cervelli (1625- circa 1700)

sábado, 16 de junio de 2012

"La Belleza repudia la contingencia y repliega el movimiento de la posibilidad. Ella es afirmación de la Necesidad misma del Ser. Todo en Ella es Ella misma como en la esfera todo es esfera pues ningún punto se separa de su mismidad. Si en la Belleza pudiera morar la Nada, la misma sería una y la misma cosa con la Belleza, es decir, la Nada sería otro de sus nombres...¡y quién sabe si no el mejor y más perfecto de sus nombres".



"Venus y Adonis" - circa 1820
Antonio Canova (1757 - 1822).

viernes, 15 de junio de 2012

"La Belleza que no implica atracción y seducción es sólo un concepto, es decir, no es Belleza en sentido real".






"Anitnoo"
Busto romano perteneciente a la Villa Adriana - Actualmente expuesto en el Museo del Louvre

jueves, 14 de junio de 2012

"Que procedas del cielo o del infierno, qué importa,
¡Oh, Belleza! ¡monstruo enorme, horroroso, ingenuo!
Si tu mirada, tu sonrisa, tu pie me abren la puerta
De un infinito que amo y jamás he conocido".
 
Charles Baudelaire (1821-1867) Escritor, poeta y crítico francés.
 
 
 
"El tiempo vencido por el amor, el tiempo y la esperanza"
Óleo sobre lienzo - circa 1627 - Museo del Prado
Simon Vouet (1590-1649)

miércoles, 13 de junio de 2012

"El Bien es un trascendental que sólo es tal en orden al Ser, la misma Verdad guarda relación con la realidad y sin ésta no podría existir aquella; en cambio la Belleza no guarda más relación que consigo misma. Toda Ella en todo Ella; allí está su misterio".





Colección fotográfica perteneciente al eximio fotógrafo español Marcos Pergón.

martes, 12 de junio de 2012

"La Belleza hiere...Hiere en la misma medida en que consuela. Si el fármaco debe tener la potencia de sanar el mal desde su entraña, así mismo la Belleza debe curar la misma herida que ella ha ocasionado...¿Más cómo es posible que la causa del dolor sea a la vez causa de salud?, ¿cómo es posible que una misma realidad sea - a la vez - causa eficiente y deficiente en el orden del ser?...No hay posibilidad de que la lógica logre resolver esta aporía. Sólo resta decir que la herida causada por la Belleza cierra - sólo - con más belleza...Esto es un misterio...Un incendio que se agota con un incendio mayor, un fuego que se consume con un fuego mayor".





"El sueño de Endimión"
Óleo sobre lienzo - circa 1791 - Museo del Louvre
Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson (French, 1767–1824)

lunes, 11 de junio de 2012

"La percepción de la belleza no supone un movimiento trascendental hacia el objeto, como tampoco una tensión hacia una realidad futura. Todo lo contrario. Percibir la Belleza es volver a poseer la visión pasada, es un acto por el cual el alma vuelve a la noticia primera de la luz o a la luz que ha dado la noticia primera de todas las cosas. El movimiento de la Belleza es siempre hacia atrás, hacia el punto de unidad entre la causa eficiente y la causa ejemplar, por ello es quietud en sí misma"





"Samson y Dalila"
Óleo sobre madera - circa 1609-1610
National Gallery of London
Peter Paul Rubens (1577-1640)

domingo, 10 de junio de 2012

"La percepción de la Belleza no es un mero acto del sentido...Es un estado de la inteligencia por la cual toda ella es arrasada por la luz"





Óleo sobre lienzo - circa 1625
Alte Pinakotek - Munich
Nicolas Poussin (1594-1665)

sábado, 9 de junio de 2012

"En donde mora la Belleza hay soledad pues nada hay allí que no sea Ella misma"



"Ariadna dormida en la Isla de Naxos"
Óleo sobre lienzo - circa 1808
John Vanderlyn  (1776-1852) - Neoclasicismo
Pennsylvania Academy of Fine Arts

viernes, 8 de junio de 2012

"Si la ves, entonces no es la Belleza; si la entiendes, entonces no es la Belleza, si la comprendes, entonces no es la Belleza; si la posees, entonces no es la Belleza, si la intuyes, quizás - oh alma viadante - sea la Belleza... ¿Te posee?, entonces, es la Belleza"...



"Eco y Narciso"
Óleo sobre lienzo - circa 1903
John William Waterhouse (1849-1917)

jueves, 7 de junio de 2012

"La Belleza se muestra en dos sentidos diferentes, a saber: como estética para aquellas inteligencias capaz de avizorar el orden simétrico substante y como misterio para aquellas almas que son capaces de su tragedia. En cuanto a lo primero no se llega más que a un concepto de la forma inteligible, ciertamente certero, pero en cuanto a lo segundo debe decirse que se consuma una posesión tal que el alma, y la forma percibida en el nimbo del misterio, ya no podrán separarse so pena de que la luz abisal quede eclipsada y el alma quede aniquilada".




"Venus y Adonis"
Óleo sobre lienzo - circa 1771 - Museo de Zaragoza
Francisco de Goya ((1746–1828)

sábado, 2 de junio de 2012

Publico el duocécimo y último capítulo

DESCENSO Y ASCENSO DEL ALMA POR LA BELLEZA

Capítulo XII ­ EL MÁSTIL



Al finalizar su tratado De lo Bello, Plotino aconseja el retorno a la dulce patria donde la Hermosura Primera resplandece sin comienzo ni fin. Y señala, como paradigma del viajero, al prudente Ulises "que se libró de Circe la maga y de Calipso, no consintiendo en permanecer junto a las mismas, a pesar del goce y la hermosura que junto a ellas encontraba".


Óleo sobre lienzo - "El viaje de la Vida"

Thomas Cole (1801-1848)

Elbiamor, has de recordar sin duda que Circe, revelándole al héroe los peligros que aún le aguardaban, le advierte primero el de las Sirenas que atraen con sus cantos y despedazan al viajero que las escucha y desciende a ellas. "En cuanto a ti ­ le dice la maga -, te es dado escucharlas, siempre que te encadenes de pies y manos al mástil de tu navío: así podrás gozar sin riesgos de sus voces armoniosas". Pero Ulises debe tapar con cera el oído de sus camaradas, a fin de que no escuchen ni sucumban.

El peligro, como ves, no está en oír a las Sirenas (o en "conocer" por lo que dicen), sino en dirigirse a ellas en descenso de amor. Y Ulises, el único navegador atado al mástil, deberá escucharlas. ¿Por qué? Porque las Sirenas dicen en su canto, según Homero: "Nada se nos oculta; sabemos todo lo que acontece en el vasto universo; el viajero que nos oye vuelve más instruído a su patria". Y el héroe, atado al mástil, oye la voz de las Sirenas y en su canción temible se alecciona. Mas no desciende a ellas ni es dividido ni devorado, pues está sujeto de pies y manos, como los jueces; ni tampoco abandona el rumbo de la Dulce Patria, porque la virtud del mástil se lo impide.

Pero la verdad fue revelada más tarde "a los pequeñitos". Y el Verbo Humanado que nos la reveló no lo hizo sin dejarnos un mástil: el mástil de los brazos en cruz a que se ató Él mismo para enseñarnos la verdadera posición del que navega, el mástil que abarca toda vía y ascenso en la horizontal de la "amplitud" y en la vertical de la "exaltación".

Primera edición. 1939



Óleo sobre lienzo - "El viaje de la Vida - La vejez" - circa 1840

Thomas Cole (1801-1848)

viernes, 1 de junio de 2012

Publico en esta oportunidad el capítulo décimo primero

DESCENSO Y ASCENSO DEL ALMA POR LA BELLEZA

Capítulo XI ­ LOS TRES MOVIMIENTOS DEL ALMA





"Psique y Eros" - circa 1793 - Museo del Louvre

Antonio Canova (1757-1822)


En el transcurso de mi glosa, el alma en viaje que te propuse ha cumplido ciertas evoluciones y movimientos cuya descripción ordenada nos conviene ahora. Dionisio, después de referirse a los tres movimientos del ángel, dice que también el alma se mueve con un triple movimiento: el circular, el oblicuo y el directo.

" Por el movimiento circular ­ enseña Dionisio ­ el alma deja las cosas exteriores, vuelve sobre sí misma y concentra sus facultades en las ideas de unidad: encerrada entonces como en un círculo, no es fácil que se extravíe. El oblicuo es movimiento del raciocinio y la deducción, y por él se ilustra el alma en la ciencia divina, no intuitivamente y en la unidad, sino en virtud de operaciones complejas y necesariamente múltiples. El movimiento es directo cuando el alma se vuelve a las cosas exteriores y las utiliza como símbolos compuestos y numerosos, a fin de remontarse por ellos a las ideas de unidad."

Elbiamente, si quisieras buscar una aplicación de los tres movimientos al asunto que voy tratando, podrías meditar lo que sigue. Cuando el alma de nuestro héroe gira sobre su vocación amorosa, es decir en torno de su anhelo por el bien absoluto, podrías decir que sigue un movimiento circular: consciente o no de su vocación tremenda, el alma no deja nunca de cumplir ese movimiento, ansiosa de circunscribir en sí misma esa noción de la Unidad que, sépalo ella o no, es el Principio y el Fin de su viaje. Pero como se mueve a ciegas, porque no ve aclarársele la noción de la Unidad que busca, el alma de nuestro héroe se dirige a las cosas exteriores para interrogarlas, y cumple así un movimiento directo: ya dijimos que las cosas, bien interrogadas, le responden con una imagen de la Unidad en la multiplicidad. Cuando "medita" el alma esa respuesta de las criaturas y la refiere a su vocación, cumple un movimiento oblicuo, soslayado, indirecto: el de la tortuga que raciocina y deduce. Luego, llevándose con ella los frutos de su especulación, el alma vuelve al movimiento circular, deseosa de ver "en su propio centro", no ya esa imagen de la Unidad que vio en la criatura, sino el original de la imagen, vale decir la Unidad misma, en cuya intuición y posesión verdaderamente sabrosa entiende ya el alma que se cifraría el término de su viaje y el comienzo de su reposo en la eterna bienaventuranza.

Pero, Elbiamor, no creas que, aun utilizando los mejores trampolines, el salto de la imagen al original sea dado a muchos y fácilmente. Por lo general el alma, sin conseguirlo, vuelve a la moción directa y a la oblicua y a la circular: no abandona ese triple movimiento que constituye, diría yo, su "paso normal" en este mundo. Y me preguntarás ahora: ¿cómo es dable concebir tres movimientos que sean distintos y que se resuelvan al fin en uno solo, el circular, ya que, según decías, tal es el movimiento propio del alma?

X

Te respondo que no debes considerar los tres movimientos como separados y en independencia, sino como integrándose los tres en uno solo que sea circular, directo y oblicuo a la vez, y que se cumpla "sin abandonar el círculo". Y ese triple y único movimiento es el de la línea espiral. El alma se aleja de su centro y desciende a la criatura siguiendo la "expansión" o el desarrollo de una espiral centrífuga. Se ha detenido in la criatura, y a ella se asimiló un instante. Luego, al esclarecer por la criatura (y en oblicuo soslayamiento) el tamaño y la índole de su vocación, el alma recobra su movimiento circular y lo prosigue, bien que replegándose ahora sobre sí misma y acercándose otra vez a su centro, según la "concentración" de una espiral centrípeta que arranca de donde terminó la primera y concluye donde la otra se inició. Y si bien lo miras en el dibujo, las dos espirales constituyen un solo movimiento por el cual el alma se desconcentra para ir a las cosas exteriores, estudiarlas en oblicuidad, y volver a concentrarse, una vez y otra, sin abandonar empero los ámbitos del círculo. Esta "mecánica del alma" deberá ser entendida simbólicamente (no necesito recordártelo) y en simple analogía con los mecanismos corporales.



Óleo sobre tela - "Cupido y Eros" - circa 1798 - Museo del Louvre

Francisco Pascal Simon, Baron Gérard (1779-1837)


Elbiamente, si observas mi dibujo, comprobarás que, ya en la "expansión" o ya en la "concentración", el alma no deja de girar en torno de su centro marcado en la figura con una cruz. Y advertirás que su movimiento es incesante o sin solución de continuidad, tanto en la dirección centrífuga cuanto en la centrípeta, según corresponde a toda criatura, vale decir a todo lo que se halla fuera de su Principio creador; el cual es el único y necesario "motor inmóvil" y sólo al cual atañe, por ende, la inmovilidad absoluta. Observarás también que ni en una ni en otra de sus espirales el alma consigue tocar su centro. Y es natural que no lo toque; porque, si alcanzara su centro, terminaría para ella toda moción, y el fin de su movimiento le valdría el reposo y la muerte. ¿Qué muerte. Qué reposo? me dirás.

Elbiamor, el centro de mi figura geométrica, desde el cual tracé yo las dos espirales del alma, es un simulacro del Motor Inmóvil o Principio Creador, que todo lo traza o crea sin crearse a sí mismo, que todo lo mueve sin salir de su eterna inmovilidad. Luego, ese punto céntrico es también una imagen de la inmovilidad o reposo absoluto a que aspira el alma. Ya hemos visto una vez el alma de nuestro héroe como demorada en la criatura, y padeciendo, con el abandono de su forma, una muerte verdadera. Podría suceder que ahora, demorándose frente a su centro y con los ojos clavados en él, viera el alma de pronto a la Hermosura Divina, no ya en la imagen sino en el original, y que al mirarla concibiese tal amor por ella que, saliendo nuevamente de sí misma, se convirtiera en lo que ama. Entraría en el centro (que es el lugar de lo posible) y no se movería ya: he ahí el reposo de los reposos. Abandonaría su forma por la del Amado que la llama en el centro: he ahí el amor de los amores. Moriría en ella para vivir en el Otro: he ahí la muerte gananciosa.

Pero, Elbiamor, esa dicha de ver la Hermosura Primera en el centro del alma no es fácil de alcanzar, ni tampoco difícil. A decir verdad, no sé yo si es fácil o difícil, pues en este punto se acaba mi ciencia, tal como se acabó en el alma de nuestro héroe la posibilidad del "arte humano". En adelante, la ciencia deberá ceder su lugar a la paciencia, y el "arte humano" cesar en sus operaciones para ofrecerse a las operaciones del "arte divino". Te diré, con todo, que para llegar al centro y convertirse al Amado Infinito, el alma deberá sentir necesariamente la "fuerza de atracción" del Amado; y que si el alma es atraída, es porque de alguna manera se hizo atrayente a los ojos del Hermoso Primero.

Y vuelvo a tomar aquí la fábula de Narciso. Elbiamor, hay dos Narcisos. Uno, asomado a las aguas exteriores, no ve sino su propia imagen reflejada en ellas, enamórase de su propia imagen, y al intentar alcanzarla muere por el amor de sí mismo: es un Narciso que "no trasciende". Pero hay otro Narciso que "se transforma en flor" : asomado a las aguas, este Narciso feliz no ve ya su propia imagen, sino la imagen del Otro; quiero decir que depone su forma de un día por la forma eterna de lo que ama: es un Narciso que "trasciende". En definitiva, según lo has visto ya, todo amor equivale a una muerte; y no hay arte de amar que no sea un arte de morir. Lo que importa, Elbiamor, es lo que se pierde o se gana muriendo.

 
"Eros y Psique"

Nicolás de Courteille (1768-1835)