"En la predicación veritativa el ente es contenido en razón de su acto de existir de allí que la existencia corresponda al juicio que es el lugar de la verdad, pues la verdad - en tanto predicación lógica - dice de la existencia real. La esencia, por otra parte, es contenida en el concepto que es la primera operación del intelecto en tanto capaz del ente, más el concepto parece no expresar la verdad existencial de la cosa sino sólo su quididad. Dicho esto es necesario que nos preguntemos si la Belleza corresponde ser dicha de la verdad del ente, es decir de su existencia, o de la quididad de su esencia. Si la Belleza fuera dicha de la verdad del ente ésta referiría sólo a su acto de existir por lo cual la Belleza sería predicada de una sola forma a todos los entes, tanto reales como posibles, incluso al Ser mismo en virtud de su existir. De ser dicha de la esencia la Belleza sería predicada de acuerdo a grados de perfección, es decir, de acuerdo a la simplicidad o composición de la misma. Por lo tanto, en este segundo aspecto, la Belleza supondría el mayor acercamiento o alejamiento de la simplicidad en Sí. A partir de ello deberá concluirse que la Belleza no puede ser predicada del ente en tanto existente o del ente en tanto verdadero sino sólo de la esencia en tanto que existe, por ende la Belleza es anterior a toda existencia y por ello mismo es una con el Ser cuya esencia es Ser mismo".
"El progreso del Amor: la Búsqueda"
Óleo sobre lienzo - circa 1773 - Frick Collection - New York
Jean-Honoré Fragonard (1732-1806)
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